martes, 6 de septiembre de 2011

Las ideas de Rousseau no se llevaron a cabo - Refelxiones tras el Libro I de "El contrato social"

Acabo de ingerir el libro primero de "El contrato social", de Rousseau, y esto es lo que he cagado.

Tal vez algunos defiendan que las ideas de Rousseau se llevaron a cabo durante la Revolución Francesa y posteriormente. Y aparentemente es así. Y otros grandes hombres, como Marx o Fidel Castro fueron influenciados por sus escritos[1].

Tal y como explica en "El contrato social", los hombres se agrupan y, de común acuerdo, establecen unas normas bajo las que convivir. Estas normas sustituyen la libertad absoluta y el vago derecho a todo para garantizar la libertad evitando que mande el más fuerte[2]. Así muy resumido y sin considerar los libros posteriores de la obra.

¿Porqué el supuesto fracaso anunciado por el título?
Ya en una nota a pie nos indica Rousseau:
Bajo los malos gobiernos[3] esta igualdad no es más que aparente e ilusoria; no sirve más que para mantener al pobre en su miseria y al rico en su usurpación. De hecho las leyes son siempre útiles a los poseedores y perjudiciales a quienes no poseen nada; de lo que se deduce que el estado social sólo es ventajoso a los hombres en tanto que todos tienen algo y ninguno de ellos tiene demasiado.

Ciertamente, hoy en día no se cumple esta condición. Si, como hoy sucede, la agrupación de hombres escoge el Estado, más concretamente un Estado fuerte, como forma de comunidad; éste se convierte en un monstruo que escapa de sus manos para situarse al servicio de la élite.


Podríamos añadir, ya que estamos, la estaticidad del Estado como obstáculo. Las nuevas generaciones cargan con el estado creado por sus abuelos quieran o no. Y, de momento, las únicas formas de actualizar el Estado son revolucionarias.
Desde el momento en que, pese a que fueran todos de acuerdo en su momento, se establece la forma de comunidad como inmutable; se está negando la realidad cambiante de sus miembros individuales, obviando la muerte de aquellos que fueron conformes y el nacimiento de nuevas personas que no participaron en la definición de la forma de comunidad y lo tienen como algo externo e impuesto.


Creo que cualquier forma de comunidad(estado o lo que fuere) debe cumplir, entre otras premisas:

-Intentar conseguir activamente la igualdad real de sus miembros. No sólo de boquilla, sino también (dentro de unos límites) económica.

-No alejarse de sus miembros. Permitir a sus miembros modificarlo en todo momento. Por supuesto, no irían mal unos términos mínimos de tiempo. Por ejemplo, si la población ha votado una norma de forma unánime (digamos, 90% de aprobación); no se debería volver a votar en unos años.

-Permitir la actualización directa. Nunca crear una cúpula dirigente. Siempre permitir a sus miembros participar de forma activa y cambiar hasta sus estructuras más fundamentales: de esta forma las nuevas generaciones redefinirán el estado y la transición entre una forma de comunidad(con su conjunto de normas) y la siguiente será paulatina. A este respecto es interesante la idea de "delegación de voto": delegar sobre unos temas concretos el voto en alguien de confianza. Pero ya hablamos en otro tema de esto.


[1]O eso dice el prologuista, claro.
[2]Para mi gusto insiste demasiado en la propiedad privada. No digo que no sea importante, pero me ha parecido que no ha tenido más que un papel accesorio en este escrito.
[3]Me pregunto si los hay buenos.

No hay comentarios: