martes, 8 de noviembre de 2011

Libros y Nietzsche

Cumbres borrascosas - Bronte. Me gustó. Los personajes me parecen profundos y simples a la vez: con un rasgo del carácter muy aumentado. Lo achaco, más que a la autora, a la narradora: una sirvienta chafardera. No me imagino la vida de mi escalera contada por las chafarderas. Bueno, no quiero hacerlo. Para averiguarlo sólo tengo que asomarme.
Me pareció una historia interesante y posible en un entorno como el que definen: aislado y cerrado. Claro, que después de según que historietas(alguna de Lovecraft recuerdo), de qué me voy a sorprender.

El ocaso de los ídolos - Nietzsche. Menos pesado que los otros que he leído suyos. De nuevo me quedo con la impresión de que el prólogo este que añaden a los libros "pesados" de autores muertos debería ir casi todo al final. Nietzsche es duro y directo. No tiene problema en ir en contra de todos. En tener una visión del mundo totalmente propia, sin nadie que la apoye. Sin ningún grupo con qué identificarse.

Mezclaré aquí lo que he entendido del autor con mis añadidos, reflexiones y demases. Así al azar, por el placer de verlo con letricas monas. Tened en cuenta que ni el mismo autor pretende que el libro sea una unidad organizada, así que imaginaos, queridos fans, después de pasar por mí.


-Moral como destructora de vida. Toda moral se basa en reprimir instintos humanos. Los instintos son la vida y su represión destruye toda vida. En concreto, ataca la moral cristiana.

-Moral cristiana. Una moral que invierte los valores naturales. Exalta al débil y sus cualidades, y niega o negativiza las cualidades del fuerte, del poderoso. "Doma" al hombre, despojándolo de su potencial y convirtiéndolo en un simple animal domesticado.

-Superhombre. Sólo lo toca de rebote. Habla más de el en "Así habló Zaratustra". Aquél que, entre otras cosas, se crea su propio sistema de creencias o moral de forma no estática. El que sabe adaptarse a cada momento sin la necesidad de ese conjunto de normas permanentes, aceptadas y "comprobadas". El que escoge el camino difícil, en el que no hay seguridad. Tal vez no haya llegado aún. Yo no lo soy, eso por supuesto. Demasiado me contaminaron los colegios cristianos.

-El ocaso de los ídolos. La muerte de los ídolos eternos, esas verdades universales que nadie se cuestiona como puede ser el altruismo. o "el mundo verdadero". El concepto del más allá no existe: sólo existe lo que vemos. Es primitivo cuanto menos(siendo menos duros que Nietzsche) pensar en un más allá, ya sea en forma de "mundo de las ideas" platónico o en forma de cielo cristiano. Eso no quiere decir que lo sepamos todo, pero lo que no sabemos está en este mundo, no en otro diferente.

-Altruismo. Destruye la vida. Promueve ayudar al débil, que sea el débil quien "pase sus genes". Una forma lenta de destrucción de la vida, un síntoma de la decadencia de una civilización.

-Ataque a la filosofía griega como primer declive documentado que nos influencia. Una filosofía idealista que se basa en conceptos abstractos, no tangibles, totalmente alejados de la realidad. O, en otros casos, armas para el pueblo como puede ser la dialéctica, dadas por individuos supuestamente rencorosos hacia la sociedad que no tenían otra salida, que no podían desenvolverse adecuadamente debido a sus (supuestas) deficiencias.

-Ataque a la voluntad como última causa. Si no me equivoco, y según dice él, muchos filósofos de su época y anteriores acababan basando todo el conocimiento en otra cosa según el principio de la causalidad. Esto les llevaba a no admitir su ignorancia(desconocimiento de muchos campos científicos que hoy sí conocemos) y a afirmar que todo está basado, en forma última, en la voluntad humana(con capacidad para realizar per se) o en Dios.

-Belleza. La presenta como una especie de defensa natural. Aquello bello es más apto, mejor que el resto de la especie y debe ser promovido.

-Me llamó la atención un párrafo en que propone que querer narrar, poner en palabras nuestras auténticas vivencias, no hace más que desvirtuarlas, vulgarizarlas. Las verdaderas vivencias no pueden ser puestas en palabras y tal vez no deba intentarse.

-El egoísmo como valor a largo plazo promueve la supervivencia del más fuerte y la mejora de la especie. No estoy de acuerdo: no creo que los fuertes sean los poderosos.

-La igualdad como destructora. No todos los humanos son iguales. Es evidente que son diferentes y que conseguirán cosas diferentes a lo largo de su existencia. No puede reclamarse que todo sea exactamente igual para todos los humanos. Tal vez pueda reconciliar esto con mis anteriores ideas diciendo que se trata de que el trato desigual sea aplicado de forma igualitaria. Ya lo pensaré otro día. Es tarde.

-Moral para médicos. Impactante: el enfermo terminal y el enfermo perpetuo son parásitos de la sociedad y deben ser elimnados. La sociedad no debe cargar con ellos.

-Una frase sobre el problema obrero que me pareció interesante: "si se quieren esclavos, es de idiotas educarlos para amos". Hay que ser coherente: si se quiere una masa aborregada no hay que darle una educación en condiciones. Y si se quiere una masa capaz hay que darle la educación... y el acceso a la "clase superior". Aunque creo que las generaciones posteriores a Nietzsche han hecho un trabajo excelente en cuanto aparentar dar una educación, obtener trabajadores técnicos preparados y no dar preparación para pensar de forma independiente y "revolucionaria". Todo un logro.


Al final me ha quedado desordenado. Pero como esto es más privado que un diario bajo caja fuerte (no lo leen ni los bots de Google, seguro), pues ahí queda por si me apetece releerlo. El libro debería releerlo más adelante, otro año.

Y ya me quedan pocos libros por leer. Tendré que estudiar (jooo) y hacer otra visita a los encantes. Algún día de estos escribiré lo que tengo pendiente sobre "El contrato social" si me entran las ganas. Ahora a por los libros técnicos, que ya me quedan poquitos (de momento).

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