Se me han acumulado unos cuantos libros. También reflexiones y vivencias. Pero os jodéis, queridos fans, quedan para mí. Cuando me aburra ya las escribiré.
Aún así ha habido alguno que sí me ha gustado. Unos cuantos sobre necrofilia y tortura. Pero la mayoría eran demasiado "normales". Sirve para pasar el rato, para cuando necesitas leer algo que venga en dosis de cuarto de hora, no requiera demasiada actividad intelectual pero no caiga al nivel de un best-seller.
La guía del autoestopista galáctico. Divertida y sencilla. Me recuerda a Terry Pratchett, aunque no es tan bueno.
De la dictadura a la democracia - Gene Sharp. Supuestamente uno de los ideólogos del 15M. Lo primero que no me gusta del autor es que, aunque admite que las tácticas que propone no funcionan en todos los ámbitos si condena el resto de prácticas en todos los ámbitos.
Supongo que las prácticas que propone sirven para derribar una dictadura y crear una democracia representativa. Puesto que mi objetivo es derribar la democracia representativa no me sirven.
Alguna incoherencia tiene, como por ejemplo hablar de empoderamiento de la población al mismo tiempo que de crear jerarquías y delegar decisiones y acciones políticas. Temporalmente significa un empoderamiento brutal en comparación con la dictadura, pero me sorprende que lo presente como algo absoluto. A largo plazo este empoderamiento no servirá, no será real, no será suficiente. De hecho es lo que estamos viviendo ahora mismo. ¿De qué nos sirve la papeleta? Una vez hemos acabado de cagar, me refiero.
La broma infinita - David Foster Wallace. Creo que ya había escrito sobre este libro. Sigo "en blanco" cada vez que pienso en él. Quiero leer más de este tío. Voy a quitar ya el libro de en medio o lo reseñaré cuarenta veces más. Añadiendo cuarenta veces menos información.
Carl Sagan - Contacto. Malo, malo, malo. Demasiada corrección política para mi gusto. Demasiadas gilipolleces. ¿Mensajes ocultos de Dios en pi?
Truman Capote - Desayuno en Tiffany's (y otros relatos). Me ha recordado a Bukowsky, aunque más pulido. Como de clase alta.
No ha estado mal. Para pasar el rato también. Supongo que leeré alguno más suyo.
Ahora me encuentro leyendo cuatro libros de forma paralela, con varias asignaturas y prácticas atrasadas y ganas de poner las manos en la masa. Literalmente. Quiero hacer pan.
Demasiadas cosas quiero hacer. De momento he dejado aparcado el videojuego. Tengo que retomarlo, eso no puedo abandonarlo. Pero está claro que tendré que ir cerrándome frentes. Me agobio y me paralizo. También tengo que hacer cosas más orientadas a la acción física o la interacción social. Aislado o me centro en una sola cosa que me interese o caigo en la parálisis rápidamente.
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